Redacción. En el continente europeo, la demanda de servicios de carga aérea retrocedió un 6,7% anual en el mes de mayo. La baja en los flujos comerciales a escala mundial ha debilitado la carga aérea por lo que el sector demuestra señales de debilidad.
Desde la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), estiman que la demanda de este tipo de transporte se ha contraído un 5,2% anual durante el pasado mes de mayo, este recorte llega a un 6% para todas aquellas operaciones internacionales.
Asimismo, IATA se destaca que la capacidad ha crecido un 14,5% anual durante mayo, colocándose un 5,9% por encima de los niveles que había en mayo de 2019. Esta capacidad viene impulsada por la disponibilidad en bodega, lo cual genera una plena recuperación de pasajeros en dichos vuelos.
Se estima que la baja demanda está vinculada a un contexto de incertidumbre y al incremento en los tipos de interés, por lo que desde el sector esperan que los bancos centrales pongan punto final a esta política en alza y que puedan impulsar y reactivar la actividad económica.
Carga aérea por zona geográfica
Asia y el Pacífico
En esta zona, la demanda muestra una caída de la carga aérea internacional de 3,3% anual en mayo, con la capacidad internacional ascendiendo un 38,3% anual.
Europa
En Europa la demanda ha perdido un 6,7% en comparación con mayo de 2022, mientras que, a su vez, la capacidad se ha incrementado un 5,6% anual. En los servicios de carga de esta zona se registra una leve recuperación con respecto a los registros de abril. Ello se debe, principalmente, al incremento de la demanda en servicios dentro del continente, así como en las conexiones con Oriente Medio.
América del Norte
En esta área geográfica, la demanda ha caído un 8,1% con respecto al mismo período del año anterior. Por su parte, la capacidad internacional en esta zona ha crecido un 1,2%. A su vez, en Iberoamérica, la demanda se ha incrementado un 3,6% anual, mientras que la capacidad aumenta un 14,7%.
Oriente Medio
Aquí los volúmenes de carga internacional han perdido un 3,1% anual, con la capacidad elevándose un 15,6% con respecto a mayo de 2022. En África, la demanda ha retrocedido un 2,4% en el período, mientras que, al tiempo, la capacidad aumenta un 9,2% anual.