Redacción. Durante el ejercicio 2022, Renfe registró unas pérdidas de 108,6 millones de euros en un ejercicio que estuvo marcado por los altos precios de la energía y por la pandemia, en su variante ómicron, que provocaron una baja en el tráfico de pasajeros durante el primer trimestre del año.
El operador ferroviario público, registró un 70% menos a los 362 millones de euros en pérdidas que se registraron durante el año 2021.
De esta forma, Renfe sostiene que los gastos en energía de tracción se han situado en 630,1 millones de euros, 277,4 millones más que en el ejercicio de 2021, lo que ha supuesto un incremento en esta partida de gasto de un 78,6%.
De ello se desprende que el gasto en energía ha sido de un 6,4% del total de los gastos de explotación de Renfe, el tercer gasto más importante de la cuenta de resultados de la compañía pública.
Por su parte, la pandemia con su variante ómicron, también dejó los coletazos provocando la baja en la venta de billetes de pasajeros durante el primer trimestre del 2022. Como consecuencia de esta situación se registró una baja en este segmento del 21,3%.
Asimismo, se puede decir que las partidas de gastos del operador público han mejorado en 2022 y está vinculado a una estrategia de gestión basada en la contención.