La nueva normativa, aprobada por el Parlamento Europeo, cubre once sectores e incluye el transporte. Con 595 votos a favor, 17 en contra y 24 abstenciones, el Parlamento Europeo ha ratificado el acuerdo sobre normas mínimas para la evaluación de riesgos y estrategias nacionales de resiliencia con el fin de armonizar la definición de las infraestructuras críticas en todos los Estados miembro.
Esta normativa cubre hasta once sectores esenciales como por ejemplo: energía, transporte, banca, las infraestructuras del mercado financiero, infraestructuras digitales, agua potable y residuales, producción, entre otras. La nueva norma pretende trabajar en la solidez de las infraestructuras críticas de la Unión Europea entre las que también se incluyen las crisis climáticas y posibles sabotajes.
Por otra parte, se endurecen los requisitos para evaluar los riesgos e informar de problemas por parte de los proveedores de servicios considerados críticos.
Las nuevas normas disponen que los Estados miembros deben contar con estrategias nacionales de resiliencia y obliga a que la comunicación transfronteriza se realice a través de unos puntos de contacto únicos.
De forma adicional, se evitarán notificaciones por duplicado, lo cual supone una carga burocrática innecesaria. Como consecuencia de la nueva normativa se dispone garantizar la transparencia por medio de los responsables de infraestructuras esenciales que deberán informar a las autoridades nacionales de cualquier incidente o perturbación, mientras que las autoridades, por su parte, deberán alertar a la población cuando el asunto sea de interés público.